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20 oct 2011

Osinde: un hombre más del peronismo


Por Bárbara Salas Vanini

El teniente coronel Jorge Osinde fue uno de los tantos personajes siniestros que forman parte de la historia del peronismo en Argentina. Fue un militar simpatizante con el ala derechista del movimiento peronista, al cual sirvió a través de sus ‘hazañas’ en el Servicio de Inteligencia de Argentina durante los gobiernos de su líder Juan Domingo Perón.

Osinde es recordado por el pueblo argentino por una de sus misiones más importantes como militar de inteligencia: la masacre de Ezeiza. En este oscuro episodio, Osinde organizó un recibimiento oficial por el regreso de Perón a la Argentina el 20 de junio de 1973, evento al que acudieron millones de personas, tanto del sector izquierdista y derechista del peronismo. Los primeros, al querer ocupar los palcos cercanos al podio donde iba a hablar Perón, fueron atacados con metralletas y demás armas de fuego por los derechistas y personal de inteligencia del ejército argentino. El suceso en Ezeiza, mencionado en la investigación periodística de Tomás Eloy Martínez, consagró la imagen de Osinde como un militar capaz de armar misiones que impliquen la muerte de vidas humanas con tal de perjudicar a los grupos sociales que iban en contra de sus principios fascistas: los montoneros y demás organizaciones de la izquierda peronista.

Basándose en los señalado por Eloy Martínez en su investigación ‘Eva Perón: la tumba sin sosiego’, Osinde, a pesar de ser conocido por el ‘torturador’ durante los periodos de gobierno de Perón, no se escapa del sentimiento de lealtad y servicio hacia su líder y se deja enredar en el misticismo de dicho fenómeno político. Su actitud va acorde con los valores y principios propios de una persona que pertenece a un cuerpo militar, en el que su individualidad se ve diluida bajo la estructura de una institución que impone una sola forma de pensar y actuar.

Siguiendo su fidelidad hacia el general Perón, Osinde llegó a velar por el cuerpo embalsamado de una de las figuras más importantes y emblemáticas del peronismo: Evita Perón. Así es como, luego de varios intentos infructuosos por localizar y llevar el cuerpo al general, Osinde siguió visitando hasta su muerte la tumba de la primera dama más querida en la historia de Argentina, de acuerdo a su derecho auto adjudicado de cuidar a la ‘santa’ y liberarla de su confinamiento.