En defensa de la consulta

Después de 191 muertos por conflictos sociales en el pasado gobierno de Álan García llega para muchos la Ley que, para muchos, es la solución. Este mediodía, el presidente Ollanta Humala promulgó la Ley de Consulta Previa, la cual indica que se debe llegar a un acuerdo o consentimiento por parte de los pueblos indígenas u originarios para las medidas legislativas y administrativas, así también como planes, programas y proyectos de desarrollo nacional o regional que pudieran afectarlos.

En estos momentos el Perú cuenta con 214 conflictos sociales entre activos (135) y latentes (79), de los cuales por los medios de comunicación se conoce poco o nada. El 55,1% de conflictos son socioambientales, y la gran mayoría está vinculada a inversiones de transnacionales, pero dónde quedan los demás, ¿serán considerados con igual importancia? ¿Se tendrá el mismo tratamiento cuando el problema  sea con una minera formal que cuando los pobladores se quejen de la informal?

¿Después de estas y más dudas existentes se seguirá creyendo que la nueva ley fungirá de salvadora? Pues no se debería. Esta es como cualquier otra, sólo un instrumento y los problemas siempre están en cómo será manipulada. Sin embargo, creo que la participación de la Defensoría del Pueblo en este caso cambiaría en algo el panorama. 

Según declaraciones de Iván Lanegra representante de la Defensoría del Pueblo, esta institución cumpliría con apoyar, tal como lo ha hecho desde 1993, a los pueblos indígenas. Entonces, a partir de esto creo que las dudas se disipan un poco. Pues, la creencia de muchos es que los pueblos indígenas serán estafados por el gobierno al tener otros intereses, por ejemplo, pactos con transnacionales, y que serán comprados con víveres o canchas de futbol. Sin embargo, con la intervención de la Defensoría del Pueblo, por su conocimiento de los casos y cercanía con los pueblos, el diálogo de igual a igual, quiero pensar que, podría sentirse como algo más efectivo.

Esperemos que esta ley sea lo que todos esperamos: menos conflictos, cero muertes, más representantes comprometidos con el pueblo, más diálogo e igualdad de derechos.