Se viene la semana de fecha FIFA, en la cual los equipos de todo el mundo jugarán partidos amistosos con el objetivo de prepararse para campeonatos como la Eurocopa y Eliminatorias para el mundial de Brasil 2014. En este marco, la selección peruana jugará un amistoso contra su par de Bolivia este viernes dos de septiembre en el remodelado Estadio Nacional. Este encuentro significará el primer partido post Copa América de la blanquirroja. Me pregunto si sirve un cotejo ante la escuadra boliviana o deberíamos buscar rivales de mayor nivel.
Es cierto que no estamos en posición de mirar por debajo del hombro a ningún equipo. Pero si queremos clasificar al mundial de Brasil 2014, objetivo primordial del actual proceso, es casi una obligación utilizar estas fechas para jugar contra equipos de mayor nivel. No desmerezco a la selección de Bolivia, pero los jugadores de la selección merecen un cuadro que exija su máximo rendimiento.
Me pregunto: ¿contamos con jugadores que juegan a este ritmo de exigencia? La lista no es grande y los nombres son ya conocidos Guerrero, Vargas, Farfán y Pizarro. Recuerdos imágenes de este cuarteto con sentimientos de indignación, impotencia, aburrimiento y dejadez por las constantes y vergonzosas derrotas de la selección en las últimas eliminatorias.
Este partido contra Bolivia tiene un significado: las selecciones de renombre no quieren gastar esta fecha enfrentando al Perú. El motivo está plasmado en la tabla de posiciones de las eliminatorias pasadas: el equipo peruano fue último con trece puntos. No es raro que el último y el penúltimo de Sudamérica jueguen entre sí, pues este partido es un salvavidas tanto para ellos como para nosotros.
El significado del tercer puesto obtenido en Argentina, si no es bien encaminado, puede ser un arma de doble filo para el fútbol peruano. No podemos conformarnos con este avance, porque seguimos siendo la peor selección del continente. La fórmula de don Sergio Markarían-trabajo y fe-dio resultado en un torneo corto como el disputado en la tierra de Gardel. Me pregunto si con este tipo de encuentros se podrá seguir creciendo.
Es bueno reconocer la realidad, pero es mejor intentar superarla. Por ahora nos enfrentamos a Bolivia y debemos jugar sabiendo nuestra posición y tratar de sacar el máximo provecho con análisis objetivos no de las buenas cosas, sino de los errores que se puedan cometer. La selección es no es de todos, sino sólo de once jugadores que la vuelven parte de nuestras vidas.
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