Veintisiete millones de personas estuvieron a la expectativa del estreno de la nueva temporada de Two and a Half men. No sé si por verdadero interés, o por el morbo de presenciar el fracaso de Aston Kutcher como reemplazo de Charlie Sheen, pero el hecho es que fueron veintisiete; cuya cifra marca un récord de audiencia jamás superado por Sheen cuando formaba parte del elenco.
La abrupta salida del tío Charlie de las pantallas de CBS puso en bastantes aprietos a Chuck Lorre, productor y creador del programa, quién tuvo que inventarse – con bastante éxito a ojos de su servidor- una historia suficientemente creíble y divertida para los fanáticos, además de introducir a Walden Schmidt (personaje que interpreta Kutcher) con astucia.
¿Difícil verdad? Probablemente por ello nos mantuvo bajo tanto suspenso después del incidente con Charlie, pero el hecho es que supo salir del imprevisto con inteligencia. Lorre sabía que no debía apuntar a reemplazar a Sheen por Kutcher, sino que tenía que integrar de manera distinta a Walden Schmidt al elenco y cubrir desde otra perspectiva el vacío que deja la partida física del tío Charlie.
Mientras el equipo de Chuck Lorre superaba los veinte millones de espectadores, Sheen apenas pasa los seis millones, lo que le dio el lugar del segundo programa más visto por televisión de paga. Su reaparición en la televisión en el programa especial The Roast, realizado por Comedy Central tuvo un éxito destacable, aunque no logró superar la audiencia de su antiguo programa.
Tal vez por ello, las críticas en relación al desempeño de Kutcher no se hicieron esperar, mientras Los Angeles Times ven en él un futuro prometedor, Tom Goodman de The Hollywood Reporter es bastante más duro y considera que su ingreso fue un fracaso. Pero creo que hay dos cosas que olvida Goodman: Walden Schmidt es un personaje que entra con otra lógica, que no pretende reemplazar al de Charlie y por ello, me parece, no se le puede comparar de esa manera.
Además, es el primer capítulo de la temporada, creo que están pecando de querer adivinar el resultado del partido cuando este recién empieza; para calificar el desempeño de Aston Kutcher en la serie hace falta tiempo, de ese modo demostrará su vaticinado futuro o, en todo caso, que la serie sin Charlie no es lo mismo. Sólo el tiempo lo dirá.
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